Caleños se han visto afectados con situaciones personales luego de la pandemia, que deterioran la salud, y en el peor de los casos llevan a la muerte. El estrés, la ansiedad y la depresión han sido factores que generalmente resultan como consecuencia de ámbitos laborales, económicos, sociales y sentimentales inconvenientes.
Hay casos como el de la joven caleña universitaria Sherin Rivas, quien presenta manifestaciones de ansiedad en momentos de abordar actividades y siente incapacidad para resolverlas, pero es el ejemplo de quienes sufren consecuencias por la falta de atención de parte de su núcleo familiar.
De ahí que entre las consultas médicas que más se registran en la ciudad son las diferentes afectaciones de estado de ánimo, de pensamiento y de comportamiento.
En cifras
De los 124 292 casos registrados por la Administración Municipal en Cali, los trastornos de ansiedad y estrés postraumático ocuparon el 27,5 % de las consultas; los episodios y trastornos depresivos el 21 %; los trastornos del habla y del lenguaje el 13,8 % y la demencia el 12 %.
Para los especialistas, los trastornos descritos suelen llevar a personas a desenlaces lamentables. Por ello se deben plantear estrategias que desarrollen planes de seguridad para saber, por ejemplo, dónde poder acudir en estados de colapso, o mejor aún, al inicio de esas manifestaciones.
Sobre los casos de suicidios en Cali, las últimas cifras totales conocidas sobre ese registro las dio el programa Cali Cómo Vamos. Al 1 de octubre del año pasado se reportaron 1351 intentos de suicidio en esta capital, convirtiendo a la ciudad en el cuarto ente territorial con más casos.
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Otras afectaciones
En otro aspecto, pero igual de sensible, las afectaciones por la pandemia del covid-19 también incrementaron estas situaciones, porque ellas provocaron cambios cotidianos, con implicaciones mayores y preocupaciones en la salud mental de la población.
“Siendo sometidos a numerosos estresores que ocasionaron confusión, miedo, frustración, aburrimiento, inseguridad e incertidumbre, relacionados con el temor a enfermarse, pérdidas económicas y desempleo, que afectan la salud mental de los padres niños y adolescentes”.
Quien así lo describió y resumió fue la médica siquiatra María José Sarmiento Suárez, coordinadora académica de la Maestría en Salud Mental Escolar e investigadora de la Pontificia Universidad Javeriana, en la página web de la PUJ.
Sobre el anterior panorama, el grupo de Salud Mental de la Secretaría de Salud Pública Municipal hizo un llamado urgente a la comunidad de Cali, “pues la salud mental es una prioridad, un derecho y la construyen todos: autoridades y entidades prestadoras de salud, gobierno y comunidad”.
Impacto
En vista del impacto negativo que generan los trastornos mentales, es importante tener en cuenta que el buen hábito de una vida saludable conlleva prevención.
Según el Centro Sicológico Neuropcion, se ha demostrado que el ejercicio frecuente, la buena calidad del sueño, la alimentación nutritiva, y las relaciones sociales ayudan a mantener una buena salud mental y física.
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