Es martes y en Corinto, una población de más de 22.000 habitantes ubicada en el norte del departamento del Cauca, reina el silencio. El panorama en el colegio principal no es muy distinto, un espacio donde habitualmente las voces y risas de más de 400 estudiantes retumban en las paredes, luce desolado.
Por las calles de Corinto se siente aún el miedo, la zozobra pero sobretodo la nostalgia de los docentes que cargan lo que pueden sacar de la institución educativa José María Obando para llevar a una sede alterna, porque los más de 448 estudiantes, deben ser reubicados debido al alto riesgo que se encuentra este plantel.
Y es que la institución educativa está ubicada muy cerca a la estación de Policía de esta población, blanco de los últimos ataques de las disidencias de las Farc contra la fuerza Publica.
En la oscuridad de la noche del pasado 5 de septiembre, hombres fuertemente armados llegaron a esta población y dirigieron sus armas contra el edificio que protege a un grupo de policías que patrulla en este pueblo.
Sin embargo, las balas y explosivos que no discriminan de inocentes, afectaron viviendas, locales comerciales y el colegio donde cientos de niños se preparan para escribir un mejor futuro para ellos, su familia y un pueblo que ya está cansado de la violencia absurda que desangra al país.
Las paredes testigos del horror
Hoy los marcadores no fueron utilizados en los tableros acrílicos durante las clases, esta vez enumeraron los impactos de bala y esquirlas de explosivos en las paredes y ventanales del colegio.
Un conteo hacia el infinito que se detuvo en el 146, un número compuesto que refleja el horror de la guerra marcado en el cemento, los ladrillos y columnas de un templo del conocimiento que yace solitario.
Con su voz quebrantada y evidentemente afectada, una de las docentes narra a través de Whatsapp en el grupo de padres de familia, la situación.
“El viernes que nos dieron la oportunidad de entrar a nuestra sede principal y observar, como quedó nuestra institución, fueron contando por encimita más de 140 impactos que tiene y todo esto causa, el dolor más inmenso, más grande que yo como maestra, antigua con tantos años de estar aquí laborando, he sentido. Es la segunda vez que nos pasa, la primera fue en el 2001 cuando nos destrozaron la escuela con cilindros”
Telepacífico Noticias habló con otra de las docentes de la institución, quien nos explicó las razones por las que tomaron esta decisión.
“Para salvaguardar la vida de los estudiantes, la Secretaría de Educación departamental, mediante una resolución toma la decisión de trasladar a la sede de primaria y cambiar la jornada a horas de la tarde.” afirmó la educadora.
Movilización por la paz de colegio en Corinto
Precisamente, Mediante un comunicado se ha convocado un plantón en rechazo a esta situación, este miércoles 13 de septiembre.
#Cauca | A través de un comunicado, la comunidad educativa de la institución José Maria Obando de Corinto convocan a un plantón para este miércoles, en rechazo a los hostigamientos que afectaron la infraestructura y que obligaron a trasladarse a más de 400 estudiantes. pic.twitter.com/1wrCWXoo7M
— Telepacífico Noticias (@TPNoticias_) September 13, 2023
“En estos momentos difíciles por los que pasa nuestra sede principal, invitamos a la comunidad corinteña y a toda la familia obandista a solidarizarse, a exigir el derecho a la vida, a la educación de los estudiantes menores de edad que asisten a nuestras aulas, con la esperanza de un futuro mejor” dice una parte del documento.
La jornada está programada para las 09:00 a.m
La comunidad pide a las autoridades, el traslado de la estación de Policía pues argumentan que ponen en riesgo la integridad de los civiles.
“El llamado es muy claro al gobierno nacional, departamental y municipal, que le garanticen el derecho a la educación a los 448 estudiantes, que le den soluciones definitivas que beneficien a los estudiantes.” explico la docente.
El panorama de educar en medio de la guerra
La escalada de violencia que sufre el departamento del Cauca ha afectado considerablemente a la población civil, entre ellos los menores de edad que ven truncados sus sueños por los constantes enfrentamientos entre grupos legales e ilegales en la región.
En Colombia según el más reciente informe del Secretario General de Naciones Unidas sobre niñez y conflictos armados, establece que en 2022 se verificaron 22 ataques y amenazas contra escuelas y maestros, atribuidos a grupos armados. El documento evidencia además que 10 escuelas se utilizaron con fines militares por las distintas partes en el conflicto durante 2022.
Esta cifra pone a Colombia al nivel de países como Israel, Palestina, el Líbano, Libia, Malí, Nigeria, la República Árabe Siria y Sudán, donde las violaciones van en aumento.
Asimismo, el reporte semestral de Escuelas Seguras del Consejo Noruego para Refugiados dice que en lo que va corrido del año, cerca de 7.500 personas fueron afectadas por eventos ocurridos en instituciones o en camino a las escuelas, de estos 7.026 fueron niños y niñas en 8 departamentos del país, lo que significa un aumento del 18 frente a 2022.
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