En la memoria de los vallecaucanos aún están grabados los angustiosos momentos en los que las llamas consumían el pabellón 8 de la cárcel de Tuluá, el pasado 28 de junio de 2022.
Los momentos que vivieron los familiares a las afueras del centro penitenciario fueron desgarradores cuando uno a una fueron nombradas las 57 víctimas de la tragedia.
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Un año después de la tragedia por incendio en la cárcel, se rindió homenaje a quienes perdieron la vida en este hecho que enlutó el corazón del Valle.
Una a una las velas se encendieron en las afueras del centro carcelario con la asistencia de algunos familiares, la Personería y la Pastoral Penitenciaria, que también adelantó homilías en los patios del penal.
Las heridas de la tragedia
Las heridas de esta tragedia no solo son físicas, también quedaron impresas en el alma de 57 madres y de quienes perdieron a sus seres queridos.
Telepacífico NoticiasHabló con la madre de uno de los fallecidos, quien espera que a tres guardias del INPEC y un bombero, la Fiscalía, les impute cargos por su presunta responsabilidad en esta emergencia.
Esta tragedia no solo se incrustó en la historia del corazón del Valle como una de las más sangrientas, también en el corazón de los familiares de las víctimas.
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La tragedia por incendio en la cárcel
Esa madrugada del 28 de junio de 2022 marcó la vida de 57 familias que, sin imaginarlo, recibirían la devastadora noticia. La muerte llegó al pabellón ocho, envuelta en las llamas originadas tras un motín en la cárcel de Tuluá.
“Yo me levanté temprano cuando me llamaron y me dijeron que si yo no me daba cuenta y yo le dije que no, que ¿qué pasaba? No es que en la cárcel hubo un incendio, entonces yo ahí mismo llegué y prendí el televisor y cuando estaban en esa noticia y eso fue horrible, horrible, yo casi, me enloquezco. Yo era como loca corriendo por todos lados porque pasaban ese patio 8 vuelto nada”, narra la madre de una de las víctimas.
Su hijo, un hombre de 37 años, habría muerto asfixiado en el lugar donde medio centenar de sus compañeros corrieron una suerte similar.
“Eso fue una negligencia de ellos, porque prácticamente a ellos pudieron haberlo sacado, pero no los sacaron haberlos auxiliados y no los auxiliaron, los dejaron allá, que ahogaran, que se quemaran, fuera de los que estaban heridos allá”. asegura la madre.
A la espera de justicia
12 meses después la ausencia se fortalece en las debilitadas fibras de la resiliencia de esta mujer.
“Aparte de mi muchacho. Me ha dolido mucho la partida de él porque mi muchacho no era malo, mi niño cometió un error y pues… pero de todas maneras, eso sí, ha sido un proceso muy duro, porque la ausencia de él, duele, yo ya no soy la misma“, entre lágrimas recuerda la madre.
Hoy ella y las demás madres a quienes la tragedia les arrebató una parte de sus vidas, esperan que el próximo miércoles 5 de julio a tres guardias del INPEC y un bombero se les imputen cargos y dicte medida de aseguramiento por su presunta responsabilidad en la emergencia.
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