En la mañana de este jueves, un grupo de alrededor de 500 indígenas Embera Chamí, se tomaron la sede de la Alcaldía de El Dovio para advertir desplazamiento masivos a raíz de las confrontaciones de grupos armados ilegales en límites del Valle del Cauca y Chocó.
Las comunidades asentadas en esta región, exigen soluciones en salud, vías terciarias y educación. Este grupo de indígenas hace parte de una comunidad que vive en el Cañón del Garrapatas, entre el Valle del Cauca y el Chocó.
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“Ellos dicen que quieren ser escuchados por el Gobierno Nacional y que si no pasa llegarán al lugar más de 1.500 personas de su comunidad,”, así lo expresó Miguel Guzmán, alcalde del municipio de El Dovio.
Y agregó que “alrededor de dos horas tuvieron retenidos a varios trabajadores de la alcaldía, tuve que bajar a dialogar con ellos”, dijo el mandatario.
Por el momento, sigue la atención al público en la sede administrativa, ya que se logró permitir el ingreso de los funcionarios públicos. Mientras tanto, el funcionario continúa con los diálogos con los indígenas Embera Chamí.
En febrero de este año al menos 1.000 familias indígenas Embera Chamí que habitan en inmediaciones al Cañón de Garrapatas vivieron una situación preocupante por cuenta del desplazamiento hacia el casco urbano.
La Organización Regional Indígena del Cauca, anunció que estas personas habrían sido amenazadas por integrantes de grupos armados.
El secretario de seguridad y convivencia del departamento, Camilo Murcia señaló que “el Valle del Cauca es territorio de paz y entendemos las necesidades insatisfechas de los pueblos indígenas que hoy hacen reclamaciones en este municipio, sin embargo, las vías de hecho y violencia no permiten llegar a consensos”.
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